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PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ. La Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF), la nueva misión de apoyo aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, ha iniciado sus primeras intervenciones terrestres en Haití, encontrando una «feroz resistencia» por parte de los grupos armados. Las operaciones iniciales, desarrolladas en el departamento de Artibonite, a más de cien kilómetros al norte de Puerto Príncipe, no reportaron víctimas mortales ni heridos entre las fuerzas internacionales y locales.
El despliegue se centró en despejar la crítica carretera Petite-Rivière-Liancourt-Pont Sondé. Uno de los operativos más extensos se llevó a cabo el pasado viernes, durando unas quince horas, y tuvo como objetivo primordial asegurar la ruta principal entre Pont Sondé y Verret. Esta acción conjunta, realizada en cooperación con la Policía Nacional de Haití (PNH) y las Fuerzas Armadas de Haití (FAD’H), facilitó la crucial entrega de vehículos blindados destinados a reforzar las comisarías locales, una medida clave para garantizar la seguridad regional y el tránsito seguro de la población.
Las bandas armadas intentaron frustrar el avance de la GSF y sus aliados, optando por tácticas de atrincheramiento, incluyendo la construcción de trincheras y la ocupación estratégica de edificios altos desde donde lanzaron cócteles molotov. Sin embargo, según el comunicado de la GSF, «sus intentos fueron rápidamente neutralizados por las unidades especializadas conjuntas del GSF y la PNH». La estrategia de la GSF incluye, además, el transporte de agentes y equipos policiales a localidades estratégicas como Saint-Marc para fortalecer la presencia de seguridad en el norte.
Paralelamente a las acciones en Artibonite, en Puerto Príncipe se mantienen patrullas conjuntas diurnas y nocturnas. Estas se concentran en sectores vitales como Kenscoff, la zona aeroportuaria y la Academia de la Policía Nacional, enfocándose en aislar a los grupos delictivos, proteger la infraestructura estratégica y asegurar las rutas vitales de la capital. La misión tiene como objetivos estratégicos a largo plazo el fortalecimiento de las capacidades operativas de la PNH y la FAD’H, la lucha contra el tráfico de armas ilegales y la detención de líderes y miembros de las pandillas o sus colaboradores.
El despliegue de la GSF, con un mandato inicial de 12 meses y hasta 5.500 efectivos policiales o militares, llega como un esfuerzo para superar los limitados resultados obtenidos previamente por la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) liderada por Kenia. Este nuevo impulso fue aprobado el 30 de septiembre en una resolución copatrocinada por Estados Unidos y Panamá. La urgencia de la misión es subrayada por las cifras devastadoras de violencia: desde inicios de 2022, más de 16.000 personas han fallecido, con más de 4.000 homicidios registrados solo en el primer semestre de este año, en un contexto donde más de la mitad de esos asesinatos se han producido durante las operaciones de seguridad contra las pandillas.
(Con datos de EFE)