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PONCE, PUERTO RICO. Estados Unidos ha puesto en marcha el despliegue militar más intenso en el Caribe en más de tres décadas, utilizando a Ponce, Puerto Rico, como punto de anclaje para una operación que busca ejercer presión estratégica sobre Venezuela y fortalecer el combate a las redes criminales transnacionales en la región.
El desembarco de tropas y material bélico se desarrolló de manera continua durante el fin de semana. Observaciones de un equipo de Reuters en la madrugada del sábado confirmaron el traslado de personal y equipamiento desde un buque militar estadounidense hacia instalaciones logísticas adyacentes al puerto, preparándose para su posterior reubicación en el Campamento Santiago, el punto central de los ejercicios planificados.
La jornada mostró una operación de alta precisión. Decenas de soldados descendieron ordenadamente de los vehículos de transporte, formando filas junto a autobuses bajo la atenta supervisión de la Policía Militar. Los efectivos, portando su equipamiento personal, se desplazaban en un perímetro vigilado mientras otros grupos descargaban continuamente cajas, contenedores y armamento liviano desde camiones y vehículos tácticos. Esta logística fluida se extendía por la explanada, con una línea constante de vehículos militares en espera, en un proceso coordinado y eficiente.
Un Contingente Naval y Aéreo de Alta Capacidad
El operativo, que comenzó a acumular fuerza militar a finales de agosto de 2025, involucra un contingente que supera los 7,000 soldados desplegados en diversas locaciones caribeñas. El componente naval es formidable; según datos del Departamento de Defensa citados por Reuters, la operación incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford, seis destructores, tres buques anfibios, un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear, además de unidades de fuerzas especiales.
Sobre el mar, la Marina estadounidense ejecutó maniobras con embarcaciones de colchón de aire LCAC (Landing Craft Air Cushion), captadas desplazándose frente a la costa de Ponce. Estos vehículos realizaron aproximaciones a tierra, navegaciones a diferentes velocidades y trayectos de ida y vuelta al atardecer, como parte de los ejercicios típicos de entrenamiento anfibio.
Estrategia de Disuasión Cerca de Venezuela
El despliegue en Puerto Rico coincidió con actividades aéreas de alto perfil. El miércoles, dos bombarderos B-52H Stratofortress sobrevolaron el noreste de Curazao, cerca de la costa de Venezuela. Uno de los bombarderos, identificado con el indicativo “PARKA11”, partió desde la Base de la Fuerza Aérea de Minot, Dakota del Norte, y se unió a una segunda aeronave para formar lo que expertos consultados describieron como una formación estratégica de disuasión. Estos aparatos, operativos desde la década de 1950, integran el núcleo de las misiones globales de alerta temprana de Estados Unidos.
El despliegue de bombarderos siguió a la llegada de seis aviones P-8A Poseidon, cruciales para patrullas marítimas y operaciones de detección. El Departamento de Defensa sostiene que estos medios forman parte clave del sistema de vigilancia aplicado a rutas relacionadas con el tráfico de drogas y el desplazamiento de embarcaciones sospechosas. Washington atribuye estas actividades a organizaciones criminales transnacionales, especialmente al Cártel de los Soles, al que señala de operar en presunta complicidad con altos mandos del ejército venezolano.
Con información de REUTERS


