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Bogotá, Colombia. – El presidente Gustavo Petro confirmó el viernes 24 de octubre su inclusión en la denominada Lista Clinton (OFAC) del Gobierno de Estados Unidos, junto con su esposa, Verónica Alcocer; su hijo, Nicolás Petro; y el ministro del Interior, Armando Benedetti.
A través de su cuenta oficial de X, el mandatario calificó el hecho como el cumplimiento de una “amenaza” proveniente de Bernie Moreno y anunció la designación del abogado Dany Kovalik como su representante legal en ese país.
“Efectivamente la amenaza de Bernie Moreno se cumplió, yo y mis hijos y mi esposa entramos a la lista OFAC. Mi abogado en mi defensa será Dany Kovalik de los EEUU. Luchar contra el narcotráfico durante décadas y con eficacia me trae está medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína. Toda una paradoja, pero ni un paso atrás y jamás de rodillas”, publicó el presidente Petro en su mensaje difundido este viernes.
El mandatario aparece como persona bloqueada en la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac), lo cual implica la congelación de activos bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición a ciudadanos y empresas de ese país de entablar relaciones financieras con los designados.
La llamada “Lista Clinton”, oficialmente conocida como Foreign Narcotics Kingpin Designation Act (Ley de Designación de Capos del Narcotráfico), fue creada en el año 1995 con el objetivo de sancionar a personas y organizaciones extranjeras vinculadas con el tráfico de drogas. La inclusión de un individuo o entidad en esta lista supone severas restricciones económicas y legales en el sistema financiero internacional.
La Ofac posee la potestad de congelar bienes, bloquear transacciones financieras y restringir cualquier tipo de relación comercial entre ciudadanos o empresas estadounidenses y las personas o entidades sancionadas. Además, puede revocar licencias comerciales, impedir transferencias internacionales, restringir la emisión de visados e imponer sanciones secundarias a terceros países o compañías que intenten eludir las medidas. Estas acciones tienen alcance global, ya que muchas instituciones financieras internacionales dependen del sistema bancario estadounidense y deben cumplir con sus directrices para evitar sanciones adicionales.


