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Macao, Punta Cana. – El 1er Congreso de Enfermedad Cerebrovascular, celebrado el pasado fin de semana en concluyó de manera exitosa con un consenso: la República Dominicana necesita una ruta nacional de atención del ictus que unifique protocolos, capacite recursos humanos y garantice el acceso a tratamientos de última generación para todos los pacientes.
Entre los temas de mayor resonancia estuvo la necesidad de estrechar la colaboración público-privada, tanto para la capacitación de especialistas como para la creación de centros con estándares internacionales. En ese sentido, el congreso dejó planteada la urgencia de entrenar más neurólogos en trombólisis y trombectomía, con talleres prácticos y simulaciones clínicas como las que se realizaron durante la jornada.
El presidente de la Sociedad Dominicana de Neurointervención y Neurología Vascular (SDNINV), doctor Luis Suazo, señaló que el país debe avanzar hacia una red certificada de unidades de ictus, capaz de recibir y tratar de manera inmediata a los pacientes sin importar su lugar de residencia. “Un ACV no da segundas oportunidades. La única opción es actuar rápido y con los recursos adecuados”, afirmó.
En la convención se analizaron complicaciones poco discutidas como la enfermedad cerebrovascular en el embarazo y el posparto, así como innovaciones en el tratamiento de aneurismas y estenosis carotídeas. La presentación de casos locales en formato de póster permitió dimensionar las fortalezas y carencias del sistema dominicano, y sirvió de punto de partida para medir avances en los próximos años.
¿Hacia dónde van los 44 casos de ACV diarios en RD?
La Sociedad de Neurointervención propone un «código ictus» para asegurar que los pacientes sean tratados en el lugar adecuado, no en el más cercano.
Especialistas de Argentina, España, Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana coincidieron en que el gran desafío no es únicamente tecnológico, sino logístico y organizacional. La aplicación efectiva del “código ictus”, que agiliza la respuesta desde la llegada del paciente al hospital, fue uno de los ejes centrales del encuentro, junto a la discusión de nuevas evidencias científicas en trombólisis y trombectomía mecánica.
En un momento de gran emotividad, los asistentes rindieron homenaje al doctor Osvaldo Marté Durán, pionero de la neurocirugía en el país, cuya trayectoria fue reconocida como base de la Escuela dominicana de Neurointervención.
El congreso cerró con un compromiso compartido: hacer del tiempo un aliado y no un enemigo en la atención del “ictus”. «Cada minuto sin tratamiento son neuronas que se pierden; cada acción coordinada es una vida que se salva», subrayaron los organizadores del Congreso que se celebró en el Centro de Convenciones Dreams Macao en Punta Cana.