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TORONTO — La Serie Mundial de las Grandes Ligas (MLB) de 2025 no es solo un duelo deportivo, es el choque de dos mundos. Por un lado, se alza la intocable realeza de las Mayores: los Los Angeles Dodgers, una franquicia cuyo linaje se remonta al origen mismo del béisbol profesional en Estados Unidos y que hoy ostenta la corona de la MLB. Por el otro, emerge el poder del Norte: los Toronto Blue Jays, la única bandera extranjera que se sienta en la mesa principal de la pelota.
Los Dodgers son la encarnación de la tradición en la Liga Nacional. Con ocho campeonatos, la tercera cifra más alta desde 1903, y 23 apariciones en el Clásico de Otoño, la mayor cantidad de su liga, la tropa angelina representa un pedigrí inquebrantable. Este linaje se forjó al romper la barrera racial con Jackie Robinson en 1947 y consolidó su migración a la Costa Oeste en 1958, manteniéndose como un sinónimo de éxito que se presenta en esta instancia por quinta vez en las últimas nueve temporadas.
Frente a la historia, los Blue Jays representan la soberanía canadiense. Ingresaron a la Liga Americana en la expansión de 1977 y, tras la reubicación de los Expos, se quedaron como el faro del béisbol en Canadá. Su historia en el evento cúspide es corta pero inmaculada: ganaron en sus únicas dos participaciones previas, alzando el título en 1992 y 1993, y llegan a esta final con el objetivo de mantener ese récord perfecto.
La Ofensiva Demoledora de Toronto
El camino de Toronto a la Serie Mundial ha sido un vendaval de poder. Tras terminar la serie regular empatados con los favoritos Yankees, los Azulejos ganaron el banderín divisional y desataron una ofensiva implacable en los playoffs. Eliminaron a los Yankees en cuatro juegos y doblegaron a los Seattle Mariners en una electrizante Serie de Campeonato que se extendió a un séptimo y decisivo encuentro.
El equipo dirigido por John Schneider ha llegado «a palos limpios», liderando la postemporada en hits (115), extrabases (47), carreras (71) y promedios ofensivos clave como el bateo (.296), OBP (.355) y OPS (.878). Su promedio de 6.5 carreras por juego en los primeros 11 juegos es el más alto visto en postemporada desde los Boston Red Sox de 2007.
El motor de esta fuerza es el inicialista dominicano Vladimir Guerrero Jr., quien, tras ser nombrado Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato, batea un estratosférico .442 en los playoffs, con seis jonrones y 12 impulsadas. A él se suman el héroe silencioso George Springer, cuyo jonrón de tres carreras en el séptimo juego contra los Mariners aún resuena, y el receptor mexicano Alejandro Kirk, con tres jonrones y siete impulsadas en el mismo tramo.
Dodgers y la dictadura del montículo
Los Dodgers ganaron la División Oeste de la Liga Nacional por cuarto año seguido y por ocasión número 12 en las últimas 13 temporadas para luego proceder a barrer 2-0 a los Rojos de Cincinatti en las Series de Comodines, vencer 3-1 a los Philadelphia Phillies en las Divisionales y 4-0 a los Cerveceros en la Serie de Campeonato.
Con una rotación abridora en despliegue que roza con lo histórico, el pitcheo de Los Ángeles tiene efectividad de 2.45 y 104 ponches en 92 innings.
En una era en la que el bullpen ha sido declarado más importante que el pitcheo abridor en el mes de octubre, los iniciadores de los Dodgers han lanzado el 70 por ciento de los innings del equipo esta postemporada, el porcentaje más alto de un equipo que llega a la Serie Mundial desde los Cardenales de 2013 (70 por ciento). Solo el 45 por ciento de todas las entradas lanzadas por todos los otros equipos en esta postemporada han sido de sus abridores.
Ohtani, el único jugador estrella como bateador y lanzador al mismo tiempo en la historia de las Grandes Ligas, lanzó seis entradas en blanco y abanicó a 10 bateadores desde el montículo y conectó tres jonrones desde la caja de bateo en el partido contra Milwaukee que colocó a los Dodgers en la Serie Mundial, actuación histórica que le catapultó a ganar el Jugador Más Valioso de la serie.
Los Ángeles es el primer equipo que regresa a defender su corona desde los Phillies de 2008-09 y busca ser el primero que repite campeonatos desde el triplete de los Yankees en 1998, 99 y 2000. El último conjunto del Viejo Circuito que levantó el trofeo del comisionado en temporadas consecutivas fue la ‘Gran Maquinaria Roja’ de los Cincinnati Reds en 1975-76.


